sábado, 8 de abril de 2017

 En el presente optamos por la comodidad; sin importar algo las consecuencias de nuestras acciones. Priorizando el impulso del corazón (que es perverso). ¿Cómo podremos esperar recibir lo mejor? con procederes  irresponsables, injusto y perversos  que obnubila  el ser apto para recibir  vida abundante.

En toda, tarea sopesamos pros y contras; pero cuando los ojos nos controlan olvidamos este balance, y realizamos lo que deseamos. La irresponsabilidad toma auge al evadir acciones que propiciamos. “El que desea vida abundante; la Justicia y verdad y esto, encierra la responsabilidad debe ser su proceder siempre”.




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