Acercarse a Dios interviene primero nuestro razonamiento,
con ayuda de avatares a veces somos conducidos; luego baja al corazón aquí  es donde decidimos internalizar su carácter. Dado
que de la abundancia del corazón habla la boca, tenemos en puerta el
acercamiento a Dios.
Hogaño practicamos
un frenesí por el alejamiento a Dios, con la imagen errónea de libertad.
Libertad debe contener reglas para no ser libertinaje y descontrol y  topar con la anarquía. Pero avocados a la
injusticia el detrimento copa nuestros caminos.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario