sábado, 7 de octubre de 2017

Persistir en nuestras rebeliones es motivo de consumir nuestros días en vanidades, y años en disgustos. Como medio el sufrimiento despierta a la misericordia por el mero susto y rectificamos un poco. De mantener la actitud de la ciudanía afectadas por el sismo; pronto hablaríamos de intento de cambio “Porque el problema radica en el corazón, y no en el aspecto x”. Solo Cristo puede cambiar el corazón, difícilmente el hombre logrará algo. ¿La próxima catástrofe suscitará? De llegar al colmo la actitud rampante de la ciudadanía. Sí decidiéramos mezcolanza de Justicia con injusticia; para Dios cuenta la Justicia. En nuestras manos está el seguir sufriendo porque dada uno morirá por su pecado, pero lo que es males a los injustos es bienes a los Justos.

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