domingo, 26 de noviembre de 2017

Las palabras plasmadas en la escritura sagrada, es para tener paz, confianza y seguridad; no limitación de lo procedente de Justicia y sí, de injusticia. El ejercer la fe en Cristo nos incluye en los que ruega, para ser guardado del mundo incrédulo que rechaza su palabra. Lo decadente de hogaño es tomar los mandamientos como limitantes y obviar su práctica; olvidando que son las reglas de una vida plena. Todo juego deberá contener reglas de conducta para no ser un caos su ejecución y rinda frutos viables al disfrute. Impera la falta de paz, bulle el egoísmo, la actitud belicosa y la rivalidad que olvida la bondad. Ayudemos a los necesitados que comprendan la reciprocidad de poder, para mejorar y cambiar a un entorno más tolerable.

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