lunes, 6 de noviembre de 2017
Lo mejor de la vida es cubrir necesidades practicando lo bueno, recto y Justo; esta convicción proviene de Dios. Mientras el afán por el dinero carcome como gangrena; porque solo Dios provee regocijo en internalizar su carácter. En practicar Justicia obtenemos sabiduría, conocimiento y gozo, pero al pecador le es impuesta la tarea de acumular para quien agrada a Dios.
Hogaño lapidamos la vida tras el dinero sin atender que lo Espiritual y moral satisface lo material, en la práctica de Justicia continua. Inmerso en zozobras y detrimentos deseamos esperanzas, la de Cristo es suficiente para colocarnos en lugar estable hoy mismo si deseamos por la fe.
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