miércoles, 22 de noviembre de 2017

Quien rechaza y no recibe las palabras de Jesús es juzgado por sus palabras, pues el mismo padre lo envió; el padre y yo somos uno dijo Jesús. Su mandamiento es vida eterna, no limitación o capricho. Hogaño comprendemos por libertad lo que denigra y perjudica; pero todo debe contener reglas para operar bien, así la vida. Retobo exhibimos ante lo que es rectitud y disciplina por estimar mejor la gloria del mundo que lo Espiritual eterno. Recuerde, sin esperanza la ira es violencia, por eso la beligerancia de la sociedad.

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