martes, 21 de noviembre de 2017
Todo lo que esté dentro de rectitud y Justicia conforme a la voluntad de Dios o Cristo, lo concede a los que le buscan y obedecen. Hogaño se distiende toda norma moral, hasta llegar a percibir lo perjudicial como aceptable, con tal de agradar a la mayoría; esta es la razón primordial por la cual no somos escuchados por Dios. Siendo entregados a una mente reprobada, cuando reprobamos practicar rectitud.
No es cosa menuda abandonar la práctica de Justicia, a menos que a costo de una mísera vida como divisamos por doquier, y pocos obedientes a Dios en vida pletórica integral conformada por lo Espiritual, del alma y material donde las primeras colman a la tercera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario