Que practicar rectitud no parezca estulticia es menester de sustentar la convicción real y no religiosa a Cristo Jesús.
Sin Cristo Jesús, practicar justicia es una soberana pérdida.
Sin Cristo Jesús, la ínfima prueba es un suplicio insuperable; pero con Cristo Jesús obtenemos fuerzas para hacer su voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario