No caerás por cuanto tuviste confianza en Dios con un proceder justo. Mil caerán a tu lado, mas a ti no llegará.
Obtener gracia delante de Dios empieza no por religión, sino por un estilo de vida que evidencie presencia de Dios.
Lo que para otros puede ser puertas cerradas, para un justo puede ser puertas abiertas.
Lo primordial es practicar justicia, honradez y honestidad.
No pretendamos recibir prerrogativas de justeza sin practicarla.
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