Ignorar las palabras conducente a vida pletórica es camino a la decadencia y repulsa a futuro.
Hacer caso omiso a las advertencias Divinas acarrea avecindar, eso que más tememos.
No lamentes tus rebeliones ante las consecuencias que ella propicia; es mejor meditar las acciones o palabras proferidas.
Es manido estribar los malos procederes en la suerte o situaciones, pero poco en la responsabilidad.
No eludir la carga de responsabilidad en todo acto ejercido es crucial, para la honestidad.
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