Ante vicisitudes o percibir anomalías es olvidado de que el justo sufre el agravio porque tendrá quien interceda por él. Surge la animosidad y pocos son de confiar en Cristo Jesús para dirimir sus desavenencias.
El buscar afanosamente evadir responsabilidades de brete, hace tomar como salida cosas inverosímiles que al presente aparenta la panacea idónea, pero es cosa pueril desde otro punto de vista.
Surcar la vida obteniendo evidencias que agradas a Dios, es camino más efectivo a la felicidad. Tener o no confort pasa a un termino secundario al buscar primero el reino de Dios que provee, paz y satisfacción en requerimientos diarios.
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