Comenzar a ser escuchado por Dios empieza por la obediencia al primer mandamiento con promesa que es ayudar a los padre no por que se los merezcan, sino por obligación moral.
El contar con socorro en las aflicciones siempre es determinante por la magnificencia de obediencia a la palabra de Dios en todo ámbito.
Lo dedicado en ayuda regresa, pero no por el mismo camino.
Ser socorro a los indefensos trae satisfacciones, pero arropa de algunas miradas en contra hasta ser identificado el preceder donde otros aunarán. Perseverá en hacer lo bueno que tú o tu descendencia. cosechará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario