Es asumido que el operar cerca de lo sagrado hace merecedor de bendiciones, pero no señores.
El estilo de vida justo, misericordioso, y obediente ante Dios hace recibir beneplácito en la vida diaria y es detonante para obtener toda añadidura de buscar el Reino de Dios.
No asumas ser recipiendario de promesas de justo, cuando los procederes no son de obediencia a Dios, y das rienda suelta a las injusticias.
Eres colocado bajo promesas de justo al operar en lineamientos de vida pletórica, ahí opera “Eso de clama a mí y yo te responderé dice Dios”
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