La cordura del hombre es pasar por alto la ofensa sin pronto airarse, proceder sabio. No digas yo me vengaré es mejor esperar en Cristo Jesús que Él te salvará, nadie sale sin pagar o dejando pendientes.
No olvides disciplinar al niño desde corta edad y no en la edad donde no es posible formar su carácter y atentes destruirle.
Se sabio con palabras suaves puedes inferir sobre el adolescente y con tu promesa cumplida desde su infancia. La gloria de los jóvenes es su fortaleza, y esplendor de los ancianos la cabeza cana.
Las heridas y las llagas drenan el mal, y los golpes llegan a lo intimo del corazón.
Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, no será escuchado cuando clame o grite por ayuda.
https://crushev.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario