La rectitud
no es cosa frecuente donde impera la mentira, violencia y egoísmo, cuando hemos
priorizado nuestro bienestar a costa del daño al prójimo, sin siquiera tener el
mínimo de interés en querer minimizar y palear el daño provocado como
consecuencias de nuestras tropelías para obtener lo que nos favorece y causa bienestar.
Por este
proceder generalizado es que cada día vemos sumergida nuestra vida en tremenda
decadencia donde cada día nos cuesta más esfuerzo poder sobrevivir sin saber lo
que es vivir en tranquilidad y paz libre de angustias, porque un proceder justo
en nuestras acciones diarias, conduciría a salir de la decadencia que hemos
querido tomar con la injusticia manifestada con nuestro proceder diario.
Querer
disfrutar de la vida está en la rectitud, justicia y verdad empleada en
nuestras acciones diarias, si obviamos esto, de seguro de adversidades y
angustias tapizaremos nuestro vivir.
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