viernes, 15 de marzo de 2013


Alcanzar los objetivos propuestos, no siempre serán cuestión de entusiasmo y voluntad sino de carácter, entereza y firme convicción de practicar lo conducente a lograr lo deseado.

De la misma forma deberemos abandonar toda práctica que no sea conducente a lo deseado, esto es esencial para lograr todo aquello que hemos estipulado alcanzar.

Jamás sin trabajo y esfuerzo lograremos algo digno de ser portado ante la vista de los que transitan por la luz de la Justicia.

Si podremos encontrar atajos que nos ofrecen la injusticia, mentira, robo y violencia que es originada por la avaricia, egocentrismo y amor propio.

Es muy habitual el comportamiento injusto, solo que esto nos conduce a muerte paulatina e ignorancia de la existencia del camino a vida que es la justicia, verdad y bondad.

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