La
situación actual nos recomienda por salvaguarda personal, no inmiscuirse en
conflictos ajenos ya sea por comentarios, física mente o alusiones al estilo de
vida de los afectados, pero existe algo que pasamos por alto.
El
consentimiento que otorgamos hacia los que conocemos, con nuestro silencio a
toda obra perversa, es la aprobación de nuestra parte para que se siga dando y
hasta agravando y afecte a nuestra persona.
Existe un
dicho que reza “Reprende exhorta a los
que estimas o compartes afinidades, tal ves para que sea considerada tu
advertencia”.
Cuando
decidamos reprender a alguien debemos primero contar con un estilo de vida que
no cuente con fallas como las que pretendemos enmendar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario