En momento
oportuno debemos arrepentirnos de nuestras acciones fuera de Justicia, Verdad y
Bondad para que a tiempo oportuno, dejemos de ser merecedores de los frutos
originados por nuestras acciones.
Este sentir
no viene sino después de alguna adversidad repentina, donde se halla
comprometida nuestra vida y calidad de la misma.
Nadie
presta atención hasta llegar a nuestra puerta la adversidad que trastocará nuestro
confort e indicando la única manera de mantener una vida abundante llena de la
paz que solo provee la Justicia y plenitud en lo que emprendamos con justicia.
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