En toda, acción ejecutada, verdaderamente, mostramos aversión a la práctica de Justicia, honestidad y verdad; no deseamos límites, sino oblicuamos por el descontrol y desenfreno; pero ignoramos que toda libertad deberá contener  lineamientos para ser libertad.

Somos aprisionados por la vorágine de nuestro desenfreno, quizás, cambiamos a prisiones más lobreguez; pero continuamos sin libertad, sino practicamos Justicia, misericordia ayudando, al prójimo siendo de aliciente así, proceder producirá grandes triunfos sin acudir a la injusticia.