domingo, 23 de octubre de 2016

El radicar, en sitio inhóspito o benevolente verdaderamente, es cuestión de nuestro desempeño hacia ellos, es decir, si ofreces mezquindad, estridencia al trato y deslealtad a palabras ofrecidas, verdaderamente recibirás de la misma naturaleza ofrecida por parte de ellos.

No debemos lamentar o dar loas del clima de nuestro ambiente, de manera que con nuestro desempeño lo hemos establecido sea bueno o, malo. Si un hogar debería ser lugar de descanso de la vorágine de afuera.  No introduzcamos al círculo  del hogar desde expresiones de ira hasta pensamientos bastardeados donde impera la mentira, fraude y violencia. Recordemos, donde no hay confianza no hay hogar.

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