viernes, 28 de octubre de 2016

No debería hacer claudicar en nuestras convicciones; las desavenencias de la vida temporal, pero en la imperante mentalidad egoísta hemos vejado todo lo que represente responsabilidad o impedimento para el descontrol. Ahora que padecemos las nefastas consecuencias de nuestro proceder buscamos al culpable, sin embargo es nuestra persona.

Deseamos los frutos de Justicia, honestidad y bondad sin practicar de ella, sino tratamos de extraerla de quien la posea; olvidando que acrecentamos valores al que sustraemos y decrementos existe en nuestra contra; por ser parte de los injustos.  


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