Somos muy prestos,
de estigmatizar a los demás, por prominencias físicas o actuaciones peculiares,
pero olvidamos que al mismo tiempo de juzgar somos juzgados, cuando realizamos las mismas falencias criticadas.
Procuremos
acrecentar nuestra vida Espiritual, por lo tanto desechemos toda injusticia,
beligerancia o estridencia para comprobar efectivamente, eficacia de la
Justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario