lunes, 24 de abril de 2017

Ante, la falacia pare de sufrir dice la palabra “humillación (vicisitudes de la vida) son para que sepamos cuanto del carácter Divino practicaremos en ese trance”. Cuando todo, marcha viento en popa es fácil ser agradecido; pero bajo presión de penurias, no mudemos la convicción de proceder con justeza.


 La  claudicación a los principios Espirituales es por no tener palabra de nuestro Creador,  sobre nuestra conciencia. Por saturar la conciencia con aberraciones, violencia, egoísmo,  infamias e ignorar las pautas de vida plena; nos movemos en detrimento permanente. Languidecemos en todo ámbito por olvidar que al Justo le es fácil la sabiduría, y no exime de la práctica, además,  bajo la ira del hombre no opera la Justicia Divina.
 

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