sábado, 29 de abril de 2017

Quién escucha y obedece a brujos, hechiceros, encantadores o médium es abominación delante de Dios. Por esto, languidecemos sin acciones injustas aparentes. Un brujo o hechicero es quien somete la voluntad ajena; sin que esa persona deseé.

  Muchas veces, aturdidos por lo de boga caemos en prácticas que nos convierten en personas abominables. Gravitando sobre nuestra cabeza adversidades.

   Quién se esmera  por la vida abundante sabrá valorar; pero todos podremos tener esa elección.

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