martes, 25 de abril de 2017

Ante, la menor provocación acudimos al soborno, fraude, estridencia, robo o rapiña sin comprender que estas acciones impiden recibir misericordia, compasión y vida plena. Multitudes excusan un proceder violento e injusto por las carencias; pero las carencias es producto de la injusticia empleada. Pago de la injusticia es muerte y es languidez prueba de la muerte.

 Al elegir por la fe en Cristo actuar en Justicia; fuerzas extraordinarias tenemos para que la práctica de Justicia no sea gravosa. De lo contrario sentiremos que desaprovechamos oportunidades, según la maldad de nuestro corazón. Sé exterioriza el contenido de nuestra personalidad por las palabras, que terminan en acciones, ineludiblemente.

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