martes, 18 de abril de 2017

Por doquier sé derrama sangre en: homicidios, asaltos, envidias y egoísmo; las penurias y falencias de un lugar es originado, por sus actos de profanar y conlleva contaminar. Pocos relacionan actos injustos con sus consecuencias nefastas. Caer a cuentas que la contaminación es la sangre derramada, porque la sangre, profana la tierra.

En medio, de la sociedad beligerante impera la actuación con ira; pero bajo ella no opera la Justicia Divina, que provee vida abundante. El alejamiento de indagar lo que es Justicia ha conducido a depravaciones, aberraciones e infamias; hogaño exaltamos lo que es antípoda a lo loable.

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