1. Practicar los mandamientos de Jesucristo, amar a Dios es obedecer sus directrices. Una persona que ha interiorizado el carácter de Jesucristo no representa suplicio la práctica diaria de justeza.
2. La misericordia, honestidad y rectitud es la impronta de sus acciones.
3. No presta sus oídos a comentario que baquetea con dolo o sin ello e incluye, murmuraciones o ironías contra su prójimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario