Ser
agradecidos hacia quien en algún momento nos proveyó de lo que estábamos
acaeciendo, implica responsabilidad de ayudar de la misma manera a los demás
cuando esta a nuestro alcance.
Este
proceder no parece cotidiano y menos a fecha que exaltamos a lo sumo nuestro
egocentrismo.
Deseamos
vivir en abundancia en todo ámbito donde interfiera, nuestra persona pero sin
responsabilidades y obligaciones, parece que esto es una utopía generada por el egoísmo aprendido por el
ejemplo de los que nos rodean.
Si en
verdad deseamos ser merecedores de una vida pacifica, abundante y longeva,
tendremos que adaptar nuestro estilo de vida acorde a la justicia proveniente
de lo Divino, la verdad cimentado en el carácter de CRISTO y la bondad de un
corazón que confía en que Dios proveerá a la iniciativa de nuestras
capacidades, no fraudes y artimañas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario