Cuantas veces realizamos acciones que de ante mano sabemos que están mal, pero de testarudos, obstinados y tercos decidimos continuar con ello, recibiendo las consecuencias de nuestras malas decisiones.

Seria inteligente de nuestra parte rectificar o enmendar nuestro proceder al comprobar que real mente, estamos tratando con una pérdida  de tiempo y recursos y digo real mente, dado que a veces de tras de pequeños impedimentos están ocultos, grandes logros.

Más nos valdría tener el iodo afinado Espiritual mente para discernir el propósito, con el cual esas voces se levantan si son de advertencias o de intimidación porque todo tanto lo bueno y malo requerirá de perseverancia, sin ella seremos unos mediocres.

Para el bando que decidamos representar con nuestras acciones, el bueno portando la verdad, justicia y bondad o el malo portando la mentira injusticia y mezquindad.