Lo que
arriba a nuestra vida sea bueno o malo según nuestra perspectiva, tiene un fin
específico y tan solo basta tener abierto nuestra sensibilidad Espiritual para
descifrar la lección oculta detrás de esa circunstancia.
El problema
que es mayoritario en este estilo de vida basado en la injusticia, mentira,
robo y mezquindad es la falta de percepción de lo que de lo alto se nos envía
para nuestra edificación, que nos hará personas de mejor permanencia sobre la
tierra.
Como el
accionar con los parámetros cotidianos habituales hace separación entre Dios y
los hombres sino accionamos en justicia divina, verdad y bondad.
Tengamos
por seguro suscitarán acciones de las cuales ignoremos su propósito
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