Todo mundo
busca éxito en todo cuanto emprende, se
olvida de algo primordial que en ninguna escuela se nos dirá porque esto esta
devaluado ante la sociedad.
Buscar al
todo poderoso con nuestros actos de rectitud, honestidad y justicia que sólo
viene del que se esfuerza por agradar a Dios.
El decidir
orientarnos de esta manera está en nuestra decisión diaria, no dejándonos
arrastrar por la forma de actuar de la mayoría.
La pureza
de nuestro corazón y acciones tiene que ver con el grado de prosperidad que abarcaremos,
por eso existen personas que empiezan como empleados y terminan siendo dueños
de la empresa conde comenzaron a laborar. Esto no lo hicieron con trampas y
fraudes porque de hacerlo así poco les ayudaría para una vida plena, longeva y
pacifica.
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