El tener
cierta fama buena o mala, implica que los que se nos acerquen llevarán algo de
esa fama, por ello el refrán dime ¿con quién andas? y te diré lo que eres.
Cuidemos
que nuestra reputación sea buena, teniendo disposición laboral en todo estrato
de desempeño.
Y atendiendo el tipo de personas que alojamos
en nuestro círculo de amistades, dado que si son merecedores de algo no
favorable podremos tomar parte de ello.
Nuestra
participación es implícita en todo aquello que toleramos o callamos.
Difícil mente
una fama buena se nos copie porque todo lo bueno requiere de constancia,
disciplina justicia Divina, verdad y bondad algo extraño para la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario