La
misericordia ofrecida a nuestros semejantes, es la acción que nos proveerá
frutos de bienestar para el momento oportuno de nuestro requerimiento diario.
Porque
todos de una u otra forma tendremos que enfrentar, dificultades en nuestro
diario vivir según nuestro actuar justo o injusto hacia nuestro Hacedor y hacia
nuestros semejantes, será el grado de adversidad que nosotros mismos acumulamos
sobre nuestra cabeza.
Es regular
que ante adversidades cotidianas preguntemos ¿por qué nos pasa eso?
Cuando
deberíamos analizar ¿cómo estamos portando nuestra vida ante los demás? que
llegamos a acumular ese tipo de retribución sobre nuestra cabeza.
Es difícil
que por cuenta propia analicemos y decidamos corregir lo incorrecto de nuestra
vida, será necesario la intervención Divina sin recurrir a santos, vírgenes,
fetiches u otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario