Las cosas
no siempre suceden según nuestra lógica y apreciación sino más bien según el
propósito verdadero, lo justo, carga de bondad
e integridad empleado en la realización de la obtención de dicho fin.
Por ello
cosas tan simple se nos complican, si operamos alejados de lo justo y viceversa,
si operamos en de bondad y rectitud, tareas de apreciación imposible o difícil
se nos vuelven sencillas.
Sería
inteligente de nuestra parte considerar accionar por lo fácil, pero lo
complicado es determinar hacerlo cuando por doquier somos constreñidos por la
sociedad y el egocentrismo en la mentira
de que lo fácil es lo procedente del robo, mentira e injusto. Cuando la calidad de vida nos muestra que esta es la
forma difícil.
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