Lo que nos
contamina en nuestra manera de vida es todo aquello que, sale de nuestros,
pensamientos, palabras y decisiones de avaricias, fornicaciones, envidia,
robos, fraude.
A todo esto
es lo más dañino que en cierta forma afecta el entorno ecológico y a lo cual
deberemos especial cuidado sin hacer a un lado como los esfuerzos por mantener
limpio el ecosistema.
Resulta
desatinado que con esmero nos empeñamos en solucionar aquello que se origina en
nuestro interior.
Resolvamos
primero nuestra conducta, que todo mal hábito de contaminación interna y
externa, será nulo en la posteridad.
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