Las cosas
que testifican hacer lo recto y justo, siempre tienen que ver con el grado de
justicia y verdad que empleamos a diario y no tanto con lo que son nuestros
deseos; claro esto último es consecuencia de la calidad de lo que a diario
estamos considerando en nuestro corazón por eso se dice que de la abundancia
del corazón habla la boca.
Como
estamos sometidos a chismes, murmuraciones, palabrerías vanas, y desestimamos
conversaciones edificantes, correcciones de buen empleo de palabras.
A lo que
mayor mente nos inclinamos de eso se llenará nuestro corazón y hoy por eso nos
vemos entre tantos injustos que toman la rectitud como algo nefasto y raro.
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