Cuando
nuestra conducta ha ido tras la
injusticia, mentira y violencia como a fecha podemos observar en la mayoría,
gravitando sobre nuestra cabeza, los frutos inherentes a nuestras acciones, podemos decidir practicar justicia, verdad y
misericordia para recibir fuerzas y superar las consecuencias provocadas.
Sobre todo
requeriremos un cambio de mentalidad que sembrará los cimientos de nuestra vida que nos hará ver la existencia
divina que tanto nos empeñamos en menos preciar, ridiculizar y desestimar.
Si
consideramos que lo que acontece o deja de acontecer, es por algo especifico de
seguro sabremos, obtener esas fuerzas para nuestro cambio mental, de lo
contrario dolor, angustias y sufrimientos veremos donde otros encuentran vida
abundante.
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