Despreciamos
muchas cosas que suelen ser conocidas, sin comparar condiciones y calidad de lo
recibido, contra estancias de otros escuchados por informaciones lejanas,
Dice n “Más
vale malo conocido que bueno por conocer” en algunos casos este dicho resulta
viable aunque no siempre que la justicia, verdad y misericordia sea afectada.
De este
grado deberá ser nuestras convicciones
por portar un estilo de vida que evidencie a los que nos rodean que nuestra s
palabras tiene valor y cumplimos lo proferido aunque salgamos perdiendo.
Por esto
deberemos pensar bien lo que sale de nuestra boca.
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