viernes, 28 de septiembre de 2012


Despreciamos muchas cosas que suelen ser conocidas, sin comparar condiciones y calidad de lo recibido, contra estancias de otros escuchados por informaciones lejanas,
Dice n “Más vale malo conocido que bueno por conocer” en algunos casos este dicho resulta viable aunque no siempre que la justicia, verdad y misericordia sea afectada.
De este grado deberá ser   nuestras convicciones por portar un estilo de vida que evidencie a los que nos rodean que nuestra s palabras tiene valor y cumplimos lo proferido aunque salgamos perdiendo.
Por esto deberemos pensar bien lo que sale de nuestra boca.

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