viernes, 28 de septiembre de 2012


Donde hay abundancia en lo material,  casi siempre nos olvidamos de ser agradecidos con nuestras acciones justas,  benévolos hacia nuestros semejantes,  pues no sentimos por el momento los efectos de la carencia.
Pero resulta que tribulación y angustia resulta de practicar acciones injustas, como la soberbia, envanecimiento, avaricia, y el egocentrismo, rebeldía, murmuración, satisfacción a lo injusto.
Casi siempre la abundancia es causa de adversidades, cuando abandonamos practicar justicia, verdad y rectitud.

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