Cuando
nuestra programación mental diaria ha sido, codiciar ganancias deshonestas creyendo que esta es la
forma de prosperar, dejando a un lado la justicia, verdad y bondad que es la
forma correcta de prosperar, en todo ámbito del peregrinar diario.
Resulta que
no vemos modelos que actúen en justicia y mucho menos decidimos ser modelo de
comportamiento recto y justo porque implica madurez Espiritual misma que es procurada a través de
circunstancias adversas o por gracia.
Para
acentuar la perversa manera injusta de proceder actual, es la insensibilidad
para discernir lo incorrecto de lo correcto debido a la multitud de acciones
torcidas al propósito de nuestra Creación que es reflejar un carácter justo,
verdadero y lleno de bondad.
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