Dado que el que decida transitar esta vida en alejamiento a la Justicia, manifestada por acciones malvadas, mentirosas y faltas de sensibilidad por el dolor ajeno, cierta mente su vida es corta porque el pago del pecado es muerte.

Pero si deseamos re direccionar nuestro proceder de vida  de maldad a hacia una de Justicia, en toda nuestras acciones diarias de cierto prolongaremos  la vida, sin estorbar las decisiones pasadas, claro que las consecuencias de nuestro proceder pasado  no se eliminarán, más fuerzas superiores tendremos para enfrentar esas consecuencias.

Porque lo que se busca de nuestro desempeño como administradores no es nuestra muerte, sino que decidamos corregir nuestro proceder de vida en apego a la Justicia, verdad y bondad.