De la misma
manera que hemos decidido ser objetos de tratamientos, por nuestras acciones
buenas o malas, el fruto de nuestras acciones tapizarán nuestro caminar siempre.
Por lo
anterior deberemos procurar toda acción, sin acepción de personas e
incondicional en cuanto a reciprocidad recibida.
Observando
que en aquello que intervengamos tan solo de nombre este acompañada de
justicia, rectitud, verdad y bondad.
A fecha es
complicado cuando toda estas
características están consideraras como de totas e inútiles, sin comprender que
precisa mente estas cualidades son las que conducen a la vida abundante,
longeva y pacífica.
En esta
omisión tenemos como fruto, que los hijos se mueren antes que los padres.
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