Lo que
desvirtúa en todo humano que presta su
cuerpo para atender:
La codicia
en donde los deseos de nuestro propio ser, presenta como requerimientos siendo
impulsos desenfrenados que muy bien podemos dominar con carácter.
Deseo
vehemente e incontrolado de poseer todo cuan nuestros ojos ven.
La
soberbia, que produce la ostentación arrogante que de la opulencia, esto es
fácil comprobarlo analizando nuestra metamorfosis al colocarnos detrás de un
sitio de conducción.
Quieres ver
que tanto modifica un hombre su carácter, otórgale un poco de poder.
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