Tenemos la
nefasta manera de hablar por indirectas, sobre todo las mujeres que sin
misericordia a los hombres, que con dificultad comprendemos las directas,
estamos capacitados para una actividad a la vez no varias, y deben
especificarnos no dar por sentado que algo se ejecutará por ser evidente. Es
común de hombres caminar o mascar pero no siempre ambas bien en algunos.
Es de
personas rectas pronunciar precisa y concisa mente las tareas a realizar.
No cayendo
en ambigüedades, palabras que distorsionen el mensaje, o doble mensajes esto
puede perturbar nuestra apreciación de carácter hacia la persona que hace uso
de esta manera torcida de comunicación; llevando a la pérdida de credibilidad y
responsabilidad ante superiores laboral mente que posean algo de cultura.
Lo creamos
o no en algunos casos esta forma de comunicación puede alentar al trato
indeseable laboral mente repercutiendo en otros ámbitos.
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