La anhelada
paz que en una u otra manera deseamos tener, no viene por cosas materiales,
posición social, sino más bien por práctica diaria de la verdad bondad y
justicia que no es según nuestra calificación y consideración.
Lamentable
mente tenemos tan devaluada y despreciada estas cualidades de carácter que cada
día, nos alejamos de una percepción clara y sensible a lo que es recto e
íntegro, porque el cúmulo de acciones injustas, violentas y rebeldes hacen
separación de la paz, larga vida en abundancia que en algún momento deseamos.
Para
alcanzar lo deseado queda expuesto como lograrlo, si queremos o no ya es
problema propio, tengamos en cuenta que seguir nuestros deseos y ambiciones sin
considerar el daño u afectación a terceros es dirigir nuestros pasos a muerte; por
el contra partida volcar nuestras acciones a la justicia, verdad y bondad es
edificar vida abundante y manifestar aquello para lo cual fuimos creados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario