Eso de dar rienda suelta a los ojos, no traerá más que lascivias y lujurias, que se implantarán como hábitos o costumbres en el desempeño diario, siendo esto fuente de nuestro descontento hacia  lo que tenemos en casa.

Es mejor tener un juicio no en codicia, para lo que podemos divisar por aquello de que el adulterio es codiciar y no se limita al contacto físico.

Lo dañino aquí es los frutos que acarrea sobre nosotros los hábitos nefastos de una conducta esclava a vicios, contra la forma de obtener paz, abundancia,  larga vida  logrando obtener oportunidades donde otros no encuentran nada bueno.

Dado que no toda oportunidad es buena, existe también las de practicar robo, injusticia, y violencias.