Si alguien sabio se conoce en la forma de expresarse, no haciendo uso de palabras nefastas e insolentes, para un ambiente de comodidad y agrado delante del Creador y los hombres, de seguro a este tipo de personas no serán afectadas por desequilibrios económicos y demás escases imperantes en el actual modo de desempeño diario.

Lamentable mente observamos lo contrario, donde al menor movimiento padecen con desaforo los acostumbrados al robo, soborno y rapiña, que produce angustias, adversidades y falta de paz a quienes se engañan por las aparentes conveniencias inmediatas que arroja toda práctica injusta, falsa y mezquina.

No contamos con modelos masivos de vida recta y justa, para ser influenciados dentro de lo que es un estilo de vida pleno, cosechando toda clase de acciones gratas en nuestro transitar por este mundo.

Todo radica en decidirnos ser modelo de este tipo de desempeño diario, para influenciar a otros no desistiendo de la elección tomada pues muchos serán los que querrán que suframos igual que ellos y no lograr mejorar.