En casos consideramos en poco, a los que realizan cierta actividad o servicio, no basta con cumplir con sus pagos a tiempo y sin excusas, es necesario elogiar sus buenas actitudes laborales no tanto hasta caer en la lisonjera, pero algo de puntualidad en sus remuneraciones si depende de nosotros su pago y trato humano social.

  Consideramos buen patrón aquel que es algo  afín a nuestro proceder, pero bueno es aquel que nos marca el proceder correcto, con su ejemplo de vida y aplica disciplina necesaria y oportuna a nuestras incorrectas decisiones.

No es tan apreciable recibir corrección pero si necesaria que abunda en fruto futuro de alegría.