Es indudable que cuando realizamos acciones contrarias a nuestro propósito de creación, recibiremos los frutos producidos de dicha elección tomada.

Deberemos actuar en rectitud, verdad y bondad para evitar desagrado de acciones recibidas y sobre saltos de la vida, esto por si deseamos transitar larga mente sobre la tierra y tener una cuenta aprobada, como administradores, gozando de la paz verdadera y la abundancia tanto de bienes como valores Espirituales.

Como nadie casi opera de esta forma, por eso nuestra vida se degrada tan pronto que aduras penas pasamos los cincuenta años con múltiples males, que atribuimos al ambiente y demás pero la verdad es que esos males con nuestro proceder diario los invocamos.