martes, 4 de septiembre de 2012


Hacer lo recto y justo implica ir contra lo practicado diaria mente, según la mayoría que acostumbra ejecutar lo violento, infame,  y falso.
Mientras no alcancemos la calidad moral, para discernir lo bueno, justo, verdadero y misericordia acorde a estos preceptos de vida, no variaremos nuestra conducta por muy voluntarista, que desee cambiar los frutos de vida cosechado, como consecuencia de nuestro proceder.
Primero deberemos experimentar un lapso circunstancial que nos decida querer dejar de recibir el tipo de fruto adquirido a fecha y decidir ser modelo de conducta recta e integra delante de ojos de los que nos rodean.

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